La Vinotinto tiene otra cita con la historia

El fútbol tiene cruces de caminos e historias sorprendentes. Venezuela, que en los pronósticos aparecía para quedarse en la fase de grupos, hoy está a las puertas de algo grande, pues se ha atravesado Argentina en su camino, en un estadio (Gillette, de Foxboro, a veinte minutos de Boston), donde firmó una noche histórica al vencer a Brasil en un amistoso de 2008.

Aunque Argentina luce superior en todos los aspectos, en todos los números y en cualquier comparativa que se realice, Venezuela ha presentado un estado de ánimo inspirador, que va creciendo a medida que pasan los partidos. Esa motivación, que había desparecido en el pasado más reciente, pudiera invitar a pensar que con coraje hoy se puede derrotar a Argentina por segunda vez.

Roberto Rosales, una duda para este partido, se recupera a buen ritmo, según reportan desde EE.UU. Sin embargo espera atento Alexander González en caso de emergencia. El del Huesca no ha desentonado.

El resto del once no debería tener dudas, a excepción del volante creativo izquierdo. Rafael Dudamel se debate entre Luis Manuel Seijas y Adalberto Peñaranda. El primero, si se busca defender y apoyar al lateral zurdo; el segundo, que parece  con más opción, para tener más salida.

En la otra acera, a pesar de contar con más herramientas, no hay ambiente triunfalista. “Venezuela es un gran equipo”, soltó Lionel Messi, quien se recuperó totalmente de unas molestias en la zona lumbar que le impidieron jugar.

Gerardo “Tata” Martino no presentará mayores novedades en la alineación. Por ejemplo, Nicolás Gaitán será punta izquierda, el lugar que suele ocupar Ángel di María, que aún no se ha recuperado de la lesión en el muslo derecho. A ellos, les espera una envalentonada Vinotinto, que no tiene miedo.